CANOTERAPIA: BONGO Y NILO, LOS SUPERHÉROES
Aún con el ocaso de un 2018 que nos abandonaba no hace mucho tiempo, desde el área de protección se seguía con el crisol de propuestas formativas para desarrollar el ocio y el tiempo libre de nuestros chicos durante los fines de semana. En esta ocasión se pensó en ampliar el prisma desde el que nuestros menores se asoman al mundo, vivenciando experiencias de las que encogen el corazón y se guardan en la mochila de aventuras que uno ha vivido, desempolvándolas en aquellas ocasiones que creemos que la vida no ha sido justa con nosotros, para rebajar nuestro halo de pesimismo.
Para ello, en esta ocasión, nos desplazamos a la vecina localidad de Benavente, donde pudimos asistir a una sesión de canoterapia, de la mano de Heymacan y por cortesía del técnico especialista en terapias asistidas con animales, Oscar Maniega. La canoterapia consiste en hacer terapia con perros a personas y niños que tienen alguna diversidad funcional. Una vez allí, fuimos obsequiados con una de esas experiencias que se quedan en la retina por mucho tiempo y más cuando algunas retinas de nuestros menores se volvieron borrosas debido a las lágrimas que en ellas yacían, por la carga emotiva que allí se respiró en algunos momentos.
Bongo, un Golden Retriver y Nilo, un Spaniel Breton fueron los grandes protagonistas de esta sesión donde trabajaron con 3 usuarios ayudándoles a contar, mantener la atención, realizar sumas, interactuar con animales y cuidarlos, a respetar normas de convivencia, higiene y cuidado personal y lo más importante: a sonreír. Entre los 3 usuarios pudimos ver a una niña con Síndrome de Williams, a otro que por su corta edad no se le había realizado un diagnóstico preciso pero contaba con un avanzado retraso madurativo y otro que tenía la enfermedad de Dravet. Aquí se hace necesario resaltar el comportamiento exquisito que tuvieron todos nuestros chicos de protección y reforma durante toda la sesión, incluyendo el menor de educación especial que nos acompañaba, y el interés que pusieron al finalizar la sesión todos, cuando el técnico nos explicó de forma más desarrollada el trabajo que llevaba a cabo y contestó las dudas de nuestros chicos.
Después nos desplazamos a un pueblecito cercano donde visitamos una bodega particular. Allí, nos explicaron su funcionamiento y las particularidades de la construcción de la misma en aquella comarca y dimos cuenta de un buen asado con el que reponer fuerzas, para el paseo posterior.
Una vez con el estómago lleno, nos pusimos en marcha para visitar las calles de La Torre del Valle y disfrutar de “Arte contra el Olvido”, una muestra que se compone de una serie de murales distribuidos por diferentes calles de la localidad con el objetivo de alimentar la memoria de los visitantes a través del arte, dentro de un proyecto que pretende la recuperación del entorno rural. Exposición urbana que en fechas posteriores a nuestra visita ha sido galardonada con un importante premio regional sobre economía sostenible.
Es una lástima que tuviésemos que poner punto y final a nuestra salida formativa en este momento, ya que teníamos prevista una exhibición de cetrería con un halcón Harris, pero no se pudo llevar a cabo finalmente por indisposición del bonito animal que en ella iba a participar y con el que nuestros menores, como el año anterior, se iban a poder fotografiar sosteniéndolo.
Sin duda alguna, una experiencia más de éxito para nuestros chicos, en un día que tardarán en olvidar.