UN PASEO POR MÁMOLES

UN PASEO POR MÁMOLES

El pasado domingo 27 de enero, nuestros chicos de diferentes dispositivos, realizaron una salida formativa a la localidad sayaguesa de Mámoles de Sayago, continuando con los planteamientos de que nuestros menores sean conocedores del patrimonio natural, cultural y antropológico de la provincia. Durante la actividad, además de promover unos de los objetivos que desde esta área consideramos prioritarios, como es la realización de actividad física regular y continua, realizamos una bonita caminata por los viñedos de la localidad para llegar a uno de los parajes más bonitos del municipio.

Desde el mismo se puede contemplar varios meandros del Río Duero, encajonados entre las escarpadas paredes que han sido horadadas a través del paso del tiempo, desde un cortante que cuenta con unos 70 metros de altura, característico del Parque Natural de Los Arribes del Duero. Posteriormente, nos desplazamos al lugar conocido como “La Caseta”, otro enclave característico y de obligada visita, desde el que nos acompañaron a las estupendas vistas, varias parejas de buitres leonados que supervisaron nuestra visita. “La Caseta”, ya en ruinas, es una antigua garita de vigilancia, desde donde se controlaba en aquellos años el posible contrabando proveniente de nuestro país vecino.

Una vez, que repostamos fuerzas con unos contundentes bocadillos, visitamos el último de los puntos de la visita. El lagar rupestre con el que cuenta el pueblo y que se utilizó por última vez en 1966 por el señor Silvo, como se puede leer en el panel informativo que acompaña al mismo. Cierto es, que investigaciones recientes de algunas personas allegadas al pueblo, han desvelado que puede tener un uso anterior, como lugar de celebración de rituales celtas donde se efectuaban ciertos sacrificios. Para todos los chicos fue un día muy agradable, ya que además de contar con un tiempo excepcional, ya que lucía el sol en todo momento, contamos con un guía de excepción: un perro del pueblo que nos acompaño en todo momento y que hizo aflorar en nuestros menores, el cariño que la mayoría de ellos procesan por los animales.